Si no me explico... no se espanten, es natural, ah! y no os asusteis, estoy perfectamente bien.
Cuando cierras los ojos y te esfuerzas por que esa lágrima corra
cuando deseas con todas tus fuerzas poder descifrar el futuro
cuando sabes que lo que hace la vida es el recorrerla a diario
cuando tienes que aprender a punta de golpes que no te queda otro remedio
cuando odias sin odiar, cuando amas sin amar
cuando aprendes a vivir, con dolor... con mucho dolor
cuando confías y no, cuando eres indiferente... y muy a tu pesar, cuando no
maldigo aquel que me causo todo esto, me maldigo a mi por permitirlo, bendigo a aquel que me causó todo esto, y me bendigo a mi por permitirlo.
quiero llorar y no puedo, quiero reir y no puedo, acaso es necesario sufrir para estar contenta?? ¿¿en que clase de vicio he venido a caer?? curioso que no pueda conmigo, cuando casi siempre puedo con todos.
Que mal año, que buen año. Deseo morir, ya podría hacerlo en paz, deseo vivir, pero más, más, morir.
lunes, noviembre 28, 2005
viernes, noviembre 25, 2005
borrones en el cuaderno
En esta nueva etapa que la vida me presenta, me pregunto, ¿por qué terceros deben pagar por algo que no hicieron? (que no quiere decir que no sean capaces de hacer, pero hasta el momento, son inocentes).
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Después de varias decepciones; ojo, no solo amorosas, sino que ha habido amigos que no son amigos, compañeros de trabajo que parecían leales y no lo fueron, familiares que creí que los conocía y O_o gran sorpresa, nada de eso; me encuentro luchando con mis fantasmas, tratando que se vayan o de algún modo prudente hacerlos a un lado, sin desechar la experiencia pero sin afectar al presente.
.
Resulta difícil, pues por estas personas (excepto en el campo laboral) pude alguna vez meter las manos al fuego sin pensarlo, en vano; la cosa es que, la decepción llega tan hondo y tan duro que es muy complicado curar.
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Me dicen: cuéntame que te pasó, habla, no te quedes así... pero no quiero que el tema de ayer sea de hoy, no quiero jugar a la niña asustada, no quiero mortificar el HOY, pero por sobre todas las cosas, quiero dejar de pensar en el futuro, por que pierdo mi presente.
martes, noviembre 22, 2005
¿Why not?
Azúcar con mayonesa a cucharadas... ¿por qué no comerla? ¿quien dijo que no se podía/debía?, el ser pobre y féliz, el encontrarse solo/sin pareja, contestarle al jefe, trabajar única y exclusivamente en lo que te gusta, ponerte un piercing en la nariz, usar top aunque tengas llantitas...
La sociedad a través del tiempo ha ido agregando más y más requisitos para ser cubiertos, con el pretexto de que: se será normal si estas dentro del círculo que lo haga (o una persona promedio como gusten llamarle), si veo alguien con una expansión en el oído (aparte de sentir feo por el dolor que debió causarle) puedo pensar que o es mal viviente, o drogadicto o por lo menos, mala persona, ¿por qué demonios tiene que ser así?
¿quien estableció las reglas? cuando se hablaron se pensó en la conveniencia de las multitudes o en cubrir complejos y evitar malestares? por qué aceptamos ser consumistas a toda costa, por qué no nos quejamos, por qué caemos en el juego? Nos gusta? Sí, bastante, pero muy probablemente si saliéramos de él nos gustaría mucho más.
¿Cómo saberlo? comiendo mayonesa con azúcar, colocandose un piercing en la nariz o diciendo sí sin tantos días de proceso para que merezca ser aceptado.
¿Estaré bien?
No tengo ni la más remota idea, pero el otro método no me ha dado mucho resultado en algunas cosas.
miércoles, noviembre 09, 2005
Removiendo cimientos
Me sigue pasando que cuando me encuentro arreglando pendientes fuera del negocio se me vienen varias ideas de cosas que quiero escribir y cuando estoy aquí no recuerdo ni me inspiro igual :(
Pero ahorita ando mas o menos en buen canal :)
Este ha sido un año pesado para esta su s.s., dejé un trabajo en diciembre del 2004 que me dejó muy conmocionada, presencié de cerca la mentira, la conveniencia, el robo, la infidelidad, el arte de barbear (y el que no barbea no avanza), las más obscuras intenciones (las de quitarte de tu puesto a toda costa) y dejen que les cuente que me rendí.
Yo le echo la culpa a mi madre que no me enseñó a defenderme desde que estaba en el kinder.
Sucedió que no estaba acostumbrada a tanta mala intención y no pude/quise defenderme, salí de ahí huyendo despavorida, asqueada, lastimada, asustada y muy muy avergonzada, por haberme defraudado, por no haber podido... aun y cuando en parte se justificaba, pues jamás he estado enferma durante tanto tiempo, y si me enfermé cinco veces, cada enfermedad duró un mes y cada una de ellas fue la peor (la peor cirugía de muelas, la peor amigdalitis, la peor alergia, y así), me encontraba muy débil, encima de todo y por si fuera poco... aunque igual y las enfermedades eran respuestas a mi estado anímico... que fue primero? no lo se bien.
Entonces, me recluí en este santuario (jaja) bueno no, antes de eso entre a un trabajillo de por mientras, pero donde no veía a nadie más que a mi jefa y estaba súper cerquita de mi casa, luego ya me salí de ahí por que abrí este internet; cabe mencionar que en ese inter tuve la oportunidad de entrar en una muy buena empresa, pero me asusté, creí que no podría, aun y cuando al leer el perfil y ver mi experiencia sería pan comido... me asuste y parece ser que olieron mi miedo pues es el primer trabajo en el que no me dicen que sí.
Fui feliz por no entrar a trabajar ahí y comenzó el internet, dos meses de nada... cero pesos, cero centavos, una familia y amistades que me echaron la mano como nunca me imaginé (y se me sale una lagrimita de la emoción), seguía mal herida, me llevaron en los brazos.
Pasó el tiempo y la situación económica no fue agradable, tener solo para el transporte y que te pisen los talones por las deudas ha sido difícil, no poder ayudar a tu madre cuando tiene apuros económicos no ha sido bonito, no poder ni ir al cine o al café por que no-hay-dinero ha sido feo, traer los mismos zapatos de hace dos años (que hasta eso han aguantado, pero ya comienzan a pedir esquina), no viajar (con lo muchísimo que me gusta) entre otras cositas, como no poder regalarle algo lindo (y educativo) a mi primera sobrina en su primer cumple, ha sido triste.
Y al día de hoy, he podido aprender mucho, osea, que todo este vía crucis ha tenido su lado muy bueno, pues he aprendido que el dinero no lo es todo (que aunque nunca lo he pensado así era de las que decían: ahhhh pero como ayuda!!), que no necesito un hombre a mi lado para sonreír y sentirme completa (poner en mi currículum que soy soltera y sentirme feliz por ello es very sweet), ver la vida de otro modo y pensar muy seriamente en cumplir mi sueño dorado de viajar por el mundo y mantenerme con pequeños trabajos en cada lugar al que llegue y verlo como una posibilidad REAL demuestran que he cambiado mucho.
Volví, regresó esa muchacha que yo extrañaba tanto, aquella que entró a trabajar a los 17 a un despacho de abogados con la firme intención de poder pagarse la carrera que más le gusta, esa muchacha llevaba muchas cosas dentro... cosas que no expreso por que solo yo las entiendo, y me hace muy muy feliz haberme encontrado de nuevo, ver que no desaparecí, que luego de que pareciera que el viaje tortuoso no terminaría se ve luz otra vez!! percibir olores y remontarme a día y hora específicos y sonreír, atreverme a detener el paso en el momento preciso, que se haya borrado la expresión dura (aunque involuntaria), atrever a llamarme pendeja a mi misma porque la regué y disculparme por ello, no tiene precio.
Tenía miedo de que al final el resultado fuera un huevo... parece que por fin si pude ser grano de café.
Espero con todo mi corazón tenerles otras buenas nuevas en dos días... si se hace seré muy muy feliz, y si no, en otro lado se me hará, eso es seguro. ¿Por qué estoy tan confiada??? ahhhh pues por que volví :)
Pero ahorita ando mas o menos en buen canal :)
Este ha sido un año pesado para esta su s.s., dejé un trabajo en diciembre del 2004 que me dejó muy conmocionada, presencié de cerca la mentira, la conveniencia, el robo, la infidelidad, el arte de barbear (y el que no barbea no avanza), las más obscuras intenciones (las de quitarte de tu puesto a toda costa) y dejen que les cuente que me rendí.
Yo le echo la culpa a mi madre que no me enseñó a defenderme desde que estaba en el kinder.
Sucedió que no estaba acostumbrada a tanta mala intención y no pude/quise defenderme, salí de ahí huyendo despavorida, asqueada, lastimada, asustada y muy muy avergonzada, por haberme defraudado, por no haber podido... aun y cuando en parte se justificaba, pues jamás he estado enferma durante tanto tiempo, y si me enfermé cinco veces, cada enfermedad duró un mes y cada una de ellas fue la peor (la peor cirugía de muelas, la peor amigdalitis, la peor alergia, y así), me encontraba muy débil, encima de todo y por si fuera poco... aunque igual y las enfermedades eran respuestas a mi estado anímico... que fue primero? no lo se bien.
Entonces, me recluí en este santuario (jaja) bueno no, antes de eso entre a un trabajillo de por mientras, pero donde no veía a nadie más que a mi jefa y estaba súper cerquita de mi casa, luego ya me salí de ahí por que abrí este internet; cabe mencionar que en ese inter tuve la oportunidad de entrar en una muy buena empresa, pero me asusté, creí que no podría, aun y cuando al leer el perfil y ver mi experiencia sería pan comido... me asuste y parece ser que olieron mi miedo pues es el primer trabajo en el que no me dicen que sí.
Fui feliz por no entrar a trabajar ahí y comenzó el internet, dos meses de nada... cero pesos, cero centavos, una familia y amistades que me echaron la mano como nunca me imaginé (y se me sale una lagrimita de la emoción), seguía mal herida, me llevaron en los brazos.
Pasó el tiempo y la situación económica no fue agradable, tener solo para el transporte y que te pisen los talones por las deudas ha sido difícil, no poder ayudar a tu madre cuando tiene apuros económicos no ha sido bonito, no poder ni ir al cine o al café por que no-hay-dinero ha sido feo, traer los mismos zapatos de hace dos años (que hasta eso han aguantado, pero ya comienzan a pedir esquina), no viajar (con lo muchísimo que me gusta) entre otras cositas, como no poder regalarle algo lindo (y educativo) a mi primera sobrina en su primer cumple, ha sido triste.
Y al día de hoy, he podido aprender mucho, osea, que todo este vía crucis ha tenido su lado muy bueno, pues he aprendido que el dinero no lo es todo (que aunque nunca lo he pensado así era de las que decían: ahhhh pero como ayuda!!), que no necesito un hombre a mi lado para sonreír y sentirme completa (poner en mi currículum que soy soltera y sentirme feliz por ello es very sweet), ver la vida de otro modo y pensar muy seriamente en cumplir mi sueño dorado de viajar por el mundo y mantenerme con pequeños trabajos en cada lugar al que llegue y verlo como una posibilidad REAL demuestran que he cambiado mucho.
Volví, regresó esa muchacha que yo extrañaba tanto, aquella que entró a trabajar a los 17 a un despacho de abogados con la firme intención de poder pagarse la carrera que más le gusta, esa muchacha llevaba muchas cosas dentro... cosas que no expreso por que solo yo las entiendo, y me hace muy muy feliz haberme encontrado de nuevo, ver que no desaparecí, que luego de que pareciera que el viaje tortuoso no terminaría se ve luz otra vez!! percibir olores y remontarme a día y hora específicos y sonreír, atreverme a detener el paso en el momento preciso, que se haya borrado la expresión dura (aunque involuntaria), atrever a llamarme pendeja a mi misma porque la regué y disculparme por ello, no tiene precio.
Tenía miedo de que al final el resultado fuera un huevo... parece que por fin si pude ser grano de café.
Espero con todo mi corazón tenerles otras buenas nuevas en dos días... si se hace seré muy muy feliz, y si no, en otro lado se me hará, eso es seguro. ¿Por qué estoy tan confiada??? ahhhh pues por que volví :)
viernes, noviembre 04, 2005
el amore
¿Por que somos así las mujeres? (no me respondan, sé por qué), apenas hace unas horas me reía de una película donde a una mujer descorazonada le brillaban los ojos con un hombre que a simple vista parecía todo aquello que creyó ver en el que le acababa de romper el corazón, y me reí, sí, me reí mucho por lo estúpido que es querer encontrar alguien de esa forma, cerrando el corazón rápidamente por uno por que ya se lo estas abriendo al otro, como dirían en conocido programa de televisión de hace algunos años ¿qué nos pasa? por eso estamos como estamos...
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Ví sus ojos (y muy probablemente sería correspondida, pero la razón ante todo por favor!!) hubiera pedido un abrazo pero no no no... sería el comienzo de otra historia llena de matices rojos blancos y azules (verdes, morados y amarillos), pero con triste final, así, que mejor resano esa pared desde ahora con una leve torcedura de boca, a lo que en un futuro hubiera sido un abierto llanto de dolor.
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Dice el buen camaleón que no debo razonar tanto (por que lo hago todo el tiempo), pero a veces es necesario... tal vez evitar el dolor produzca más dolor (o bien, de otro tipo), ¿qué es peor?
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Francamente, no lo sé.
jueves, noviembre 03, 2005
La flor que por fin volvió.
Hubo una vez, una florecita que era feliz... disfrutaba del clima, del viento y de la lluvia, cumplía con sus deberes como flor, sonreía todo el tiempo, convivía con otras flores. Entre sus múltiples actividades se fue enrolando poco a poco, hasta dejar de ver su reflejo en las gotas de agua de lluvia.
Hubo un día, en que haciendo memoria (vayan a saber ustedes por qué razón), cayo en la cuenta de que ya no era la misma flor, sus pétalos no llevaban el mismo brillo, su polen no tenía el mismo olor, sonrisas? contagios? se vió perdida de pronto en un bosque oscuro, asustada, buscaba la forma de salir, pero maleza era quien la sujetaba y no se lo iba a permitir.
Sin embargo, no se rendía la flor, iba a tratar de separarse, después de mucho tiempo lo logró; pero el bosque.... el bosque!!! siendo tan grande, complicada la tarea de volver a su jardín era, no sabía la pequeña flor a ciencia cierta si era aun más difícil que el deshacerse de la maleza, pero no se rindió, busco y busco, al final, ya casi de forma automática, pero se había acostumbrado al bosque, que, a pesar de que no era feliz, por lo menos ya no sollozaba por encontrarse ahí, sino que cuando, las gruesas ramas de los árboles permitían que pasara un rayo de luz, buscaba disfrutarlo lo más posible pues quien sabe cuando sucedería de nuevo cosa similar!
Y siguió la florecita su vida, dando intentos de sonrisas a los árboles tan serios, tan estirados y tan inmersos en su propia vida, siendo lógico esto pues ¿cuanto podría importarles una simple flor?, de pronto aquella recibía respuestas, lejanas también, pero suficientes para mantenerla con vida; de tal suerte que la flor seguía como podía con su vida.
Hubo un día, en que haciendo memoria (vayan a saber ustedes por qué razón), cayo en la cuenta de que ya no era la misma flor, sus pétalos no llevaban el mismo brillo, su polen no tenía el mismo olor, sonrisas? contagios? se vió perdida de pronto en un bosque oscuro, asustada, buscaba la forma de salir, pero maleza era quien la sujetaba y no se lo iba a permitir.
Sin embargo, no se rendía la flor, iba a tratar de separarse, después de mucho tiempo lo logró; pero el bosque.... el bosque!!! siendo tan grande, complicada la tarea de volver a su jardín era, no sabía la pequeña flor a ciencia cierta si era aun más difícil que el deshacerse de la maleza, pero no se rindió, busco y busco, al final, ya casi de forma automática, pero se había acostumbrado al bosque, que, a pesar de que no era feliz, por lo menos ya no sollozaba por encontrarse ahí, sino que cuando, las gruesas ramas de los árboles permitían que pasara un rayo de luz, buscaba disfrutarlo lo más posible pues quien sabe cuando sucedería de nuevo cosa similar!
Y siguió la florecita su vida, dando intentos de sonrisas a los árboles tan serios, tan estirados y tan inmersos en su propia vida, siendo lógico esto pues ¿cuanto podría importarles una simple flor?, de pronto aquella recibía respuestas, lejanas también, pero suficientes para mantenerla con vida; de tal suerte que la flor seguía como podía con su vida.
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Y fue la búsqueda ya tan por inercia, que un día al levantar la vista descubrió que había dado con un hermoso jardín... fue feliz al darse cuenta de tal acontecimiento, pero en el fondo no creía que tal cosa durara, y lo que es más, no creyó que fuera ese su jardín.
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Pero si lo era, la florecita estaba de vuelta, con más vida vivida, pero con su mismo entorno, lo cual volvió mucho más placentero su paso por esta tierra.
miércoles, noviembre 02, 2005
Día de Fiesta
Francisca y la Muerte
Cuando era pequeña, e iba a la escuela primaria, mientras leía los cuentos que venían en mis libros gratuitos, encontré este, el cual causó fascinación en mí (aunque primero pensé que cómo era posible que nadie reconociera a la muerte??), el mensaje que lleva me quedó muy muy grabado, lo puedo leer y volver a leer y me sigue gustando...
En este día de muertos lo comparto (aunque muchos deben conocerlo), como parte del festejo de los mexicanos:
Cuento Cubano.
Dirección General de Culturas Populares de México.
- Santos y buenos días- dijo la muerte, y ninguno de los presentes la pudo reconocer. ¡Claro!, Venía la parca con su trenza retorcida bajo el sombrero y su mano amarilla en el bolsillo.
- Si no molesto -dijo-, quisiera saber dónde vive la señora Francisca.
- Pues mire- le respondieron, y asomándose a la puerta, un hombre señaló con su dedo rudo de labrador:
- Allá por los matorrales que bate el viento ¿ve? Hay un camino que sube la colina. Arriba hallará la casa.
- "Cumplida está", pensó la muerte, y dando las gracias echó a andar por el camino aquella mañana que, precisamente, había pocas nubes en el cielo y todo el azul resplandecía de luz.
Andando pues, miró la muerte la hora y vio que eran las siete de la mañana. Para la una y cuarto, pasado el meridiano, estaba en su lista cumplida ya la señora Francisca.
- "Menos mal, poco trabajo; un solo caso", se dijo satisfecha de no fatigarse la muerte y siguió su paso, metiéndose ahora por el camino apretado de romerillo y rocío.Efectivamente, era el mes de mayo y con los aguaceros caídos no hubo semilla silvestre ni brote que se quedara bajo tierra sin salir al sol. Los retoños de las ceibas eran pura caoba transparente. El tronco del guayabo soltaba, a espacios, la corteza, dejando ver la carne limpia de la madera. Los cañaverales no tenían una sola hoja amarilla. Verde era todo, desde el suelo al aire y un olor a vida subiendo de las flores.Natural que la muerte se tapara la nariz. Lógico también que ni siquiera mirara tanta rama llena de nidos, ni tanta abeja con su flor. Pero, ¿qué hacerse? ; estaba la muerte de paso por aquí, sin ser su reino.Así pues echo y echo a andar la muerte por los caminos hasta llegar a casa de Francisca.
- Por favor, con Panchita -dijo adulona la muerte.
- Abuela salió temprano -contestó una nieta de oro, un poco temerosa aunque la parca seguía con su trenza bajo el sombrero y la mano en el bolsillo.
- ¿Y a qué hora regresa? -preguntó.
- ¡Quién lo sabe! -dijo la madre de la niña-. Depende de los quehaceres por el campo, anda trabajando.Y la muerte se mordió el labio. No era para menos seguir dando rueda, por tanto mundo bonito y ajeno.
- Hace mucho sol. ¿Puedo esperarla aquí?
- Aquí quien viene tiene su casa. Pero puede que ella no regrese hasta el anochecer.
"¡Chin!", Pensó la muerte, "se me irá el tren de las cinco. NO; mejor voy a buscarla". Y levantando su voz, dijo la muerte:
- ¿Dónde, me dijo, pudiera encontrarla ahora?
- De madrugada salió a ordeñar. Seguramente estará en el maíz sembrando.
-¿Y dónde está el maizal? –preguntó la muerte.
- Siga la cerca y luego verá el campo arado detrás.
- Gracias- dijo secamente la muerte y echó a andar de nuevo.Pero miró todo el extenso campo arado y no había un alma en él. Soltóse la trenza la muerte y rabió:
- "¡Vieja andariega, dónde te habrás metido!" Escupió y continuó su sendero sin tino. Una hora después de tener la trenza ardida bajo el sombrero y la nariz repugnada de tanto olor a hierba nueva, la muerte se topó con un caminante:
-Señor, ¿Pudiera usted decirme dónde está Francisca por estos caminos?
- Tiene suerte -dijo el caminante-, media hora lleva en casa de los Noriega. Está el niño enfermo y ella fue a sobarle el vientre.
- Gracias- dijo la muerte como un disparo, y apretó el paso.Duro y fatigoso era el camino. Además, ahora tenía que hacerlo sobre un nuevo terreno arado, sin trillo, y ya se sabe cómo es de incómodo sentar el pie sobre el suelo irregular y tan esponjoso de frescura, que se pierde la mitad del esfuerzo. Así, por tanto, llegó la muerte hecha una lástima a casa de los Noriega.
- Con Francisca, a ver si me hace el favor.
- Ya se marchó.
- ¡Pero, cómo! ¿Así, tan de pronto?
-¿Por qué tan de pronto? -le respondieron-. Sólo vino a ayudarnos con el niño y ya lo hizo. ¿De qué extrañarse?
-Bueno... verá -dijo la muerte turbada-, es que siempre una hace la sobremesa en todo, digo yo.
- Entonces usted no conoce a Francisca.
- Tengo sus señas -dijo burocrática la impía.
- A ver; dígalas -esperó la madre. y la muerte dijo:
- Pues... con arrugas; desde luego ya son sesenta años.
- ¿Y qué más?
- Verá... el pelo blanco... casi ningún diente propio... la nariz, digamos...
- ¿Digamos qué?
- Filosa.
- ¿Eso es todo?
- Bueno... además de nombre y dos apellidos.
- Pero usted no ha hablado de sus ojos.
- Bien; nublados... sí, nublados han de ser... ahumados por los años.
- No, no la conoce -dijo la mujer-. Todo lo dicho está bien, pero no los ojos. Tiene menos tiempo en la mirada. Esa, a quien usted busca, no es Francisca.Y salió la muerte otra vez al camino. Iba ahora indignada sin preocuparse mucho por la mano y la trenza, que medio se le asomaba bajo el ala del sombrero.
- Anduvo y anduvo. En casa de los González le dijeron que Francisca estaba a un tiro de ojo de allí, cortando pastura para la vaca de los nietos. Mas sólo vio la muerte la pastura recién cortada y nada de Francisca, ni siquiera la huella menuda de su paso.Entonces la muerte, quien ya tenía los pies hinchados dentro de los botines enlodados, y la camisa negra, más que sudada, sacó su reloj y consultó la hora:
- "¡Dios! ¡Las cuatro y media! ¡Imposible! ¡Se me va el tren!" Y echó la muerte de regreso, maldiciendo.Mientras,a dos kilómetros de allí, Francisca escardaba de malas hierbas el jardincito de la escuela. Un viejo conocido pasó a caballo y, sonriéndole, le echó a su manera el saludo cariñoso:
- Francisca, ¿cuándo te vas a morir? -Ella se incorporó asomando medio cuerpo sobre las rosas y le devolvió el saludo alegre:
- Nunca -dijo-, siempre hay algo que hacer.
En este día de muertos lo comparto (aunque muchos deben conocerlo), como parte del festejo de los mexicanos:
Cuento Cubano.
Dirección General de Culturas Populares de México.
- Santos y buenos días- dijo la muerte, y ninguno de los presentes la pudo reconocer. ¡Claro!, Venía la parca con su trenza retorcida bajo el sombrero y su mano amarilla en el bolsillo.
- Si no molesto -dijo-, quisiera saber dónde vive la señora Francisca.
- Pues mire- le respondieron, y asomándose a la puerta, un hombre señaló con su dedo rudo de labrador:
- Allá por los matorrales que bate el viento ¿ve? Hay un camino que sube la colina. Arriba hallará la casa.
- "Cumplida está", pensó la muerte, y dando las gracias echó a andar por el camino aquella mañana que, precisamente, había pocas nubes en el cielo y todo el azul resplandecía de luz.
Andando pues, miró la muerte la hora y vio que eran las siete de la mañana. Para la una y cuarto, pasado el meridiano, estaba en su lista cumplida ya la señora Francisca.
- "Menos mal, poco trabajo; un solo caso", se dijo satisfecha de no fatigarse la muerte y siguió su paso, metiéndose ahora por el camino apretado de romerillo y rocío.Efectivamente, era el mes de mayo y con los aguaceros caídos no hubo semilla silvestre ni brote que se quedara bajo tierra sin salir al sol. Los retoños de las ceibas eran pura caoba transparente. El tronco del guayabo soltaba, a espacios, la corteza, dejando ver la carne limpia de la madera. Los cañaverales no tenían una sola hoja amarilla. Verde era todo, desde el suelo al aire y un olor a vida subiendo de las flores.Natural que la muerte se tapara la nariz. Lógico también que ni siquiera mirara tanta rama llena de nidos, ni tanta abeja con su flor. Pero, ¿qué hacerse? ; estaba la muerte de paso por aquí, sin ser su reino.Así pues echo y echo a andar la muerte por los caminos hasta llegar a casa de Francisca.
- Por favor, con Panchita -dijo adulona la muerte.
- Abuela salió temprano -contestó una nieta de oro, un poco temerosa aunque la parca seguía con su trenza bajo el sombrero y la mano en el bolsillo.
- ¿Y a qué hora regresa? -preguntó.
- ¡Quién lo sabe! -dijo la madre de la niña-. Depende de los quehaceres por el campo, anda trabajando.Y la muerte se mordió el labio. No era para menos seguir dando rueda, por tanto mundo bonito y ajeno.
- Hace mucho sol. ¿Puedo esperarla aquí?
- Aquí quien viene tiene su casa. Pero puede que ella no regrese hasta el anochecer.
"¡Chin!", Pensó la muerte, "se me irá el tren de las cinco. NO; mejor voy a buscarla". Y levantando su voz, dijo la muerte:
- ¿Dónde, me dijo, pudiera encontrarla ahora?
- De madrugada salió a ordeñar. Seguramente estará en el maíz sembrando.
-¿Y dónde está el maizal? –preguntó la muerte.
- Siga la cerca y luego verá el campo arado detrás.
- Gracias- dijo secamente la muerte y echó a andar de nuevo.Pero miró todo el extenso campo arado y no había un alma en él. Soltóse la trenza la muerte y rabió:
- "¡Vieja andariega, dónde te habrás metido!" Escupió y continuó su sendero sin tino. Una hora después de tener la trenza ardida bajo el sombrero y la nariz repugnada de tanto olor a hierba nueva, la muerte se topó con un caminante:
-Señor, ¿Pudiera usted decirme dónde está Francisca por estos caminos?
- Tiene suerte -dijo el caminante-, media hora lleva en casa de los Noriega. Está el niño enfermo y ella fue a sobarle el vientre.
- Gracias- dijo la muerte como un disparo, y apretó el paso.Duro y fatigoso era el camino. Además, ahora tenía que hacerlo sobre un nuevo terreno arado, sin trillo, y ya se sabe cómo es de incómodo sentar el pie sobre el suelo irregular y tan esponjoso de frescura, que se pierde la mitad del esfuerzo. Así, por tanto, llegó la muerte hecha una lástima a casa de los Noriega.
- Con Francisca, a ver si me hace el favor.
- Ya se marchó.
- ¡Pero, cómo! ¿Así, tan de pronto?
-¿Por qué tan de pronto? -le respondieron-. Sólo vino a ayudarnos con el niño y ya lo hizo. ¿De qué extrañarse?
-Bueno... verá -dijo la muerte turbada-, es que siempre una hace la sobremesa en todo, digo yo.
- Entonces usted no conoce a Francisca.
- Tengo sus señas -dijo burocrática la impía.
- A ver; dígalas -esperó la madre. y la muerte dijo:
- Pues... con arrugas; desde luego ya son sesenta años.
- ¿Y qué más?
- Verá... el pelo blanco... casi ningún diente propio... la nariz, digamos...
- ¿Digamos qué?
- Filosa.
- ¿Eso es todo?
- Bueno... además de nombre y dos apellidos.
- Pero usted no ha hablado de sus ojos.
- Bien; nublados... sí, nublados han de ser... ahumados por los años.
- No, no la conoce -dijo la mujer-. Todo lo dicho está bien, pero no los ojos. Tiene menos tiempo en la mirada. Esa, a quien usted busca, no es Francisca.Y salió la muerte otra vez al camino. Iba ahora indignada sin preocuparse mucho por la mano y la trenza, que medio se le asomaba bajo el ala del sombrero.
- Anduvo y anduvo. En casa de los González le dijeron que Francisca estaba a un tiro de ojo de allí, cortando pastura para la vaca de los nietos. Mas sólo vio la muerte la pastura recién cortada y nada de Francisca, ni siquiera la huella menuda de su paso.Entonces la muerte, quien ya tenía los pies hinchados dentro de los botines enlodados, y la camisa negra, más que sudada, sacó su reloj y consultó la hora:
- "¡Dios! ¡Las cuatro y media! ¡Imposible! ¡Se me va el tren!" Y echó la muerte de regreso, maldiciendo.Mientras,a dos kilómetros de allí, Francisca escardaba de malas hierbas el jardincito de la escuela. Un viejo conocido pasó a caballo y, sonriéndole, le echó a su manera el saludo cariñoso:
- Francisca, ¿cuándo te vas a morir? -Ella se incorporó asomando medio cuerpo sobre las rosas y le devolvió el saludo alegre:
- Nunca -dijo-, siempre hay algo que hacer.
martes, noviembre 01, 2005
parece que sólo en él...
Pareciera que mi padre piensa en él y solo en él... Cuando era pequeña me caía "dos dos" por que me daba mucha guerra (entiendase que jugaba conmigo y a mi no me gustaba), sin embargo le veía inteligente, grande, fuerte y todo lo que usualmente ven los niños; cuando fuí adolescente fue mi defensor, pues mi madre me traía de... (pensaba cosas feas de su retoño) no se por qué (ese es trauma de ella, yo era (soy) casi un angel), entonces lo amé con locura pues el sí me entendía, luego crecí y fue mejor y mejor, luego crecí más y O_o ... vi a un hombre, como todos, con defectos y virtudes (algo escondidas por cierto).
Cuando descubrí cosas (ustedes no tienen por qué saber así que tendré a bien omitirlas) que juraba que él no tenía... hubo varias emociones en mí, reconocí las fallas una a una, tal vez según pude, pero necia como soy me tardé un rato en aceptarlo, mis hermanos las notaron antes; la diferencia entre ellos y yo, es que le sigo queriendo como antes, creí que no podría, pero, me es inevitable :)
Cuando estabamos en prepa mi hermano y yo, mi papá nos daba creo 2.5 (sí, dos pesos con cincuenta centavos a cada uno) para comprarnos algo en el receso, mi dulce hermano a veces me dejaba su dinero y asi completaba mejor para comprarme algo para mi, en otro momento comencé a ayudar a los de la cafetería para comer "gratis".
En ese tiempo, no me quejaba pues era muy comprensiva y si no había money... no había.
Mientras estábamos en trámites para entrar a la prepa mi padre nos dijo a mi hermano y a mí que nos pagaríamos la carrera (osea que sería su último gasto escolar con nosotros), que si queríamos carrera deberíamos trabajar, francamente no le creí, pensé que al salir ya se le habría pasado la promesa... jo-jo mi padre no olvida sus promesas, no todas las cumple, pero no las olvida.
Cuando salimos de prepa, yo estaba armada que quería estudiar una carrera que la UAC no tiene en Torreón, mi padre me dijo que "por mientras" estudiara algo "similar" y ya luego me ponia al corriente revalidando materias o algo así; no quise. Mi espíritu testarudo me indicó que debía estudiar lo-que-yo-quería, así que después de unos meses entré a trabajar, luego, cuando llegó agosto entré a la escuela (en horario de trabajadores por supuesto) y con muchos (MUCHOS) esfuerzos, terminé.
Como todo el tiempo siguiente tuve que estar trabajando y estudiando y el poco tiempo que me sobraba lo utilizaba para dormir, sucedieron dos cosas: no fuí a suficientes discos, ni fiestas, ni cine, ni paseos, etc. (por fortuna, aun tengo tiempo), y adquiri algo de experiencia laboral que me ayudaría bastante en algunas de mis materias y que al terminar la escuela, me permitieran no comenzar de cero, sino todo lo contrario, así que no pasé por aquello de "recien egresado buscando empleo".
Según mi padre, "ese" era su objetivo cuando nos dijo que trabajáramos y estudiáramos, no estoy segura de que fuera eso o ya no quisiera mortificarse la vida con gastos escolares... sin embargo funcionó.
Y ahora (bueno, siempre), cuando debo tomar una decisión, donde las consecuencias importen y yo no vea claro; lo busco, tiene buen ojo (dicen que mas sabe el diablo por...), y aunque a veces solo predique y no haga nada de lo que dice ¿qué? a mi me ubica, y le quiero... y mucho.
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